Lectores sonrientes.

domingo, 12 de mayo de 2013

Sin querer dejaron pasar la oportunidad.

Azucena seguía inversa en sus pensamientos, mientras observaba detenidamente la calle. Respiró hondo, y siguió escribiendo en su diario. Seguía echando de menos a Ryan, hacia tanto tiempo que no lo veía ni siquiera se habían llamado, era como si Ryan hubiese desaparecido.

Al otro lado de la calle

Ryan sentado en el taxi que lo llevaría a su casa, dulce hogar, sonrió para si mismo, volvería a ver a su madre, volvería a oler las tortas de chocolates de su abuela, volvería a quedarse anonadado con el paisaje que tenia antes sus ojos y....volvería a ver a Azucena. Suspiró, había soñado tanto con ese momento, que ahora lo temía. ¿Cómo sería ahora? ¿Seguiría teniendo ese pelo castaño cobrizo que tanto le gustaba? ¿Seguía siendo la misma chica risueña que tanto había añorado? ¿Tendría novio? Ryan se sorprendió al hacerse esa pregunta, Azucena con novio...¿La trataría bien?¿Lo conoce? ¿Quien sera? Sintió que sus manos temblaban al imaginarse quien podía ser. Ryan se mordió el labio inferior, estaba realmente preocupado si Azucena lo había olvidado e incluso si se hubiese echado novio.

El taxi paro, al fin había llegado a su casa, vio a su madre correr hacia el, como una loca psicópata. Ryan rió al verla tan despeinada e eufórica.

-Ryan- le gritó su madre cuando estaba apunto de llegar hacia el. Los dos se fundieron en un estrecho abrazo.Ay, cuanto añoraba Ryan los abrazos de su madre. Ryan antes de entrar a la casa, echo un vistazo al jardín de Azucena, tan solo se percibía su perro Mickey ladrando como siempre. Ryan, entro en su casa, lo primero que hizo fue tirarse en su cama, alzando la cabeza hacia el techo, dejando que la música inundara la habitación haciéndola mas relajante.

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En la casa de Azucena

Azucena había oído ruido en la casa de Ryan, y completamente lo había ignorado.Pensó que sería algúna reformada que estaría haciendo la madre de el. Suspiro, anhelaba su voz, y sus sonrisas. Decidió enviarle un mensaje preguntándole  si aun seguía vivo y...que le echaba muchísimo de menos. Espero casi dos horas para ver si le respondía, sin señal. Azucena se resigno.

En la casa de Ryan

Ryan tenia la música a volumen y estaba tan concentrado pensando que ni siquiera se percato que su móvil había vibrado y tenia la pantalla encendida. Seguía sumergido en sus pensamientos y deseos. Que dejo que el tiempo pasara hasta la hora de cenar. Al levantarse se dirigió hacia la cocina, ignorando las persistentes vibraciones que su móvil hacia.

Azucena se rindió, prometiéndose que Ryan sería una historia pasada y olvidada.

5 comentarios:

  1. Espero que Ryan pueda explicarselo todo a Azucena y que ella lo entienda, me está gustando mucho tu historia. Muchas gracias por dejar un comentario en mi blog, te invito a que veas mi nueva entrada :)

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  2. muchas gracias por tu comentario y por cierto...un blog adorable!

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  3. Me está encantando tu historia :) Te invito a pasarte por mi blog www.soyunachicaguapa.blogspot.com Un beso! ♥

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  4. me ha gustado mucho este trozo te tu historia sin duda te sigo
    muchas gracias espero que pases por mi blog y si te gusta follow me jajaja :)
    sigue asi :)
    besitos
    http://fearles13.blogspot.com.es/

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  5. Nooo.. Azucena, por qué te rindes? Es díficil aceptar que me identifico con ella. :c

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