Lectores sonrientes.

lunes, 7 de enero de 2013

Un misterio, demasiados enigmas 5/∞


-¿Cómo? Entiendo que quieres ir conmigo a Roma, pero ¿Por qué?-le preguntó indecisa Emma.
-Pues como oye, le acompañaré a Roma. Te aseguro que nos divertiremos-le guiño un ojo- Confía en mí, Emma.

Emma sonrió, y asintió. Después del incidente ocurrido hace un par de semanas, la amistad de Rogan y Emma se había acentuado, haciendo que cada vez el uno y el otro se respaldasen en cualquier momento. Una amistad que había nacido de la nada, poco a poco se iba convirtiendo en algo que ninguno de los dos esperaba.

-Y dime, ¿Tardaremos mucho en llegar a Roma?- le preguntó nerviosamente Rogan a Emma, cuando ya habían subido en el avión.
-Pues digamos que unas cuantas horas, pero tranquilo, no nos pasara nada-le sonrió intentando tranquilizarle-¿Nunca ha viajado en avión?
-Esto…bueno…-titubeó Rogan-Sinceramente, me dan miedo los aviones, ¿Y si nos estrellamos en medio del mar? ¿O en una isla desierta? ¿Y si nunca nos encuentran? ¿Que vamos hacer? Yo tengo dos hijos, soy joven para morir, tengo una hermosa vida por delante…dime, ¿Qué haremos?- Rogan empezó a moverse en el asiento, intentando desabrocharse el cinturón.
-Inspira, expira. No va a ocurrir nada, así que, tranquilícese, que ya es mayor- Emma le cogió una mano- Venga, duérmete. Las azafatas van a pensar que en vez de tener cuarenta años, tienes cinco- le miró fijamente, mientras suavemente le acariciaba la mano para tranquilizarle.

Fueron 5 horas de vuelo eternas, y tranquilas, sin contar la desesperación, los continuos movimientos de Rogan en su asiento. Casi sin darse cuenta, poco a poco se habían hecho íntimos, confesores de pena y alegrías, hombros de lagrimas empañadas en recuerdos.

-¿Sabes, Emma?
-¿Qué sé?-le preguntó curiosa Emma.
-Eres la única mujer, que desde el primer momento me cautivo con solo una tímida sonrisa.

Emma se sonrojó, nunca nadie que no fuese de su familia le habia dicho algo tan idiotamente bonito. Rogan se rió mientras la miraba fijamente, por un momento se le paso por la cabeza, que tal vez ella, fuese la mujer de su vida. Emma y Rogan se dirigieron a recoger sus respectivas maletas, mientras Emma se sumergía en sus pensamientos, le parecía tan raro todo lo que estaba ocurriendo que tenia miedo. Miedo de que fuese un sueño.