Azucena sonrió, recordando como lo conoció le echaba demasiado de menos.El había sido su confesor de sentimientos, día si y día también. Ryan, realmente, le gustaba Azucena, aunque nunca se atrevería a decírselo.
-Ryan...-suspiro desilusionada Azucena, mientras miraba el cuaderno que sostenía, era el diario del imaginativo Ryan, su amigo, su hermano.
Se lo dio, un día antes de irse, lejos, ella tan respetuosa nunca había tenido la valentía de abrirlo.Pero, se convenció de que ya era hora.
Paso horas y horas leyéndolo, hasta que termino. Azucena sonrió para si misma y alzando la cabeza al cielo,soltó un "te quiero Ryan, espero que algún día lo sepas".
Azucena tan guapa como siempre, se dijo a si misma "Si tienes que decirselo, diselo, no esperes a más tiempo, por que puede que cuando te decidas, la oportunidad habrá volado".
Ay Azucena, ese nudo en la garganta es terrible :( espero que vuelva a ver a Ryan y le confiese la verdad, porque es verdad, aveces no hay segundas oportunidades
ResponderEliminarBesos
Esas verdades que queremos exponer pero que a la vez se nos traba en la garganta sin querer salir, y por orgullo, miedo y temor a ser no correspondidos, callamos todo, hacemos de cuenta que solo existe amistad... Espero pronto le cuente a Ryan, y el a ella, uno nunca sabe si existira un mañana...
ResponderEliminarHermosa entrada la verdad..
Cuantas cosas que queremos decir, y no somos capaces, cuantas veces nos arrepentiremos de desperdiciar oportunidades. Una entrada realmente bonita así que si te apetece te invito a pasar por mis blogs http://i-am-living-in-a-fantasy.blogspot.com.es/ http://llamadoscuentossinhadas.blogspot.com.es/
ResponderEliminarHola guapa, me encanta tu blog, es precioso, te sigo desde ya y me encantaría que si te gusta mi blog me siguieses tu también y así estamos en contacto! Muchas gracias :)
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